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La vida es una partida de ajedrez

 

Nuestra vida es un juego. Para mi, una partida de ajedrez. El tablero no es precisamente convencional, los jugadores luchan sin igualdad de oportunidades y aunque hay cientos de fichas diferentes para cada jugador, algunas pueden jugar para varios jugadores simultáneamente, siendo cada una de ellas el rey en su propia partida.

 

La vida es una partida de ajedrez en la que nuestro adversario es el tiempo. 

 

Es imposible vencerlo, y él lo sabe. Comienza miles de partidas mientras juega contra millones, y no hay un único día en el que no venza a miles de jugadores. Tiene un as, y no en la manga, sino en la puta frente. No necesita esconderlo, sabe que la mayoría de sus adversarios no lo verán. Sabe que sus adversarios únicamente pensarán en las fichas que tienen y en las que pierden, sin llegar a preguntarse por qué o cómo las han perdido. Y es que la mayor parte de sus adversarios no serán conscientes de la partida, no sabrán que están jugando y no llegarán a mover con fin alguno sus fichas, simplemente, dejarán que continúe la partida.

 

La vida es una partida de ajedrez en la que jugamos siendo una de las fichas. 

 

Jugamos siendo el rey. Y es este rey el que tiene que mover, arriesgar y sacrificar sus fichas en post de aguantar con todo el aplomo posible una partida que no puede ganar contra un jugador que no conoce la derrota. 

 

La vida es una partida de ajedrez en la que comenzamos a jugar cuando nacemos. 

 

Comenzamos la partida con un número de fichas, nuestra familia. Estas por lo general suelen ser de las mejores fichas que podamos tener a lo largo de nuestra partida, de las que no queremos perder nunca. Conforme avanza la partida iremos ganando algunas fichas mientras perdemos otras. Cada persona que conozcamos será una ficha nueva para nosotros, e influirá de una forma u otra en nuestra partida, al igual que lo será en sí misma cada posibilidad, siempre que podamos decidir sobre ella. 

 

La vida es una partida de ajedrez en la que debemos tomar decisiones. 

 

Cada decisión que tomemos, o que no tomemos, nos afectará de una forma u otra. Pocas veces tomamos decisiones que nos afecten únicamente a nosotros, ya que la mayoría de las decisiones que debamos tomar a lo largo de la partida afectarán en mayor o menor medida a nuestras fichas o tendrán algún tipo de relación con las mismas, directa o indirectamente. El problema es que, como buenos reyes que somos, no queremos perder nuestras fichas.

 

A lo largo de la partida iremos moviendo las fichas, realizando cada jugada creyendo que es el mejor movimiento. Muchas veces no sabremos qué decisión tomar y seremos incapaces de mover. Otras veces necesitaremos sacrificar una o varias de nuestras fichas. No es fácil hacer esto, lo sé por experiencia, pero a veces, cuando una ficha nos haga más mal que bien, deberemos desahecernos de ella y olvidarla sin vacilar, no mirar atrás y concentrarnos en que el tiempo no perdona. Tenemos más fichas que atender, y aparecerán otras nuevas, no podemos perder la concentración en la partida, porque por mucho que se complique la partida, por muchas fichas que perdamos o sacrifiquemos, por mucho que nos acorralen, hasta que el tiempo no haga jaque mate, nuestra partida continuará con nosotros, y con ella, nuestra capacidad de DECIDIR. 

 

Dave Casanova

3 Comments
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    Eufrits
    Responder

    Excelente reflexión.

    noviembre 16, 2018 at 11:54 am
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    Muy bien, agregó a tu comentario q antes de tomar cualquier decisión importante,debemos siempre tener en cuenta a nuestro Señor para q nos ayude a tomar la mejor decisión ..definitivamente la vida es un juego de ajedrez

    RD

    noviembre 29, 2019 at 2:06 pm
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    Miguel Ángel Mora Ovalles
    Responder

    Estuvieron muy bien los conceptos aún que yo sigo uno diferente:
    La vida es como un juego de ajedrez donde jugamos muchas partidas a la vez cada persona que conozcas es una partida distinta mientras más personas conozcas más partidas tendrás que jugar a la vez así que debes elegir bien con quiénes jugar tus partidas y pensar en que movimiento vas a dar ya que con una mala jugada que hagas vas perdiendo cada vez más fichas hasta que llega un punto en que no tienes más fichas y lo que tenías con aquella persona ya sea amistad, noviazgo o fraternidad, acaba en ese instante ya que no tienes más cosas que hacer pero esto no ocurre hasta que mueras y aparte de jugar tantas partidas con tantas personas en las que los movimientos que den representarán tus decisiones sobre ellos o las fraces que utilices para referirte a ellos también estás jugando una partida en especial que es una contra ti mismo donde intentas hayar a donde quieres llegar que camino debes tomar y a quién estás dispuesto a sacrificar está partida no se acaba hasta el día de tu muerte que es cuando por fin te hacen hacker mate ya que no podrás volver a mover ninguna ficha.

    El concepto es basado en el mismo tema ya que todos se refieren a la vida como uno o varios juegos de ajedrez (en este caso varios) pero con un punto de vista distinto ahí se los dejo para el que este interesado.

    octubre 22, 2020 at 4:56 am

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