Tus clientes querrán conocerte. Saber quién (o quienes) va a ayudarlos. Por eso mismo es tan importante un buen reportaje corporativo.
Este tipo de reportaje es habitual hacerlo sobre fondo blanco, pero no tiene por qué ser así.
Obviamente si el fondo es completamente blanco o negro se centrará toda la atención en el protagonista retratado de cada fotografía. Además, en ambos casos destaca la facilidad a la hora de incluir estas fotografías en todo tipo de soportes, tanto on-line como off-line.
Creemos firmemente que todo reportaje de imagen corporativa debe incluir al menos una fotografía de este estilo, pero eso no significa que todo el reportaje tenga que ser así.
¿Qué necesitas? ¿Para qué medios vas a utilizar estas fotografías? ¿Qué quieres conseguir con ellas? Nuestros reportajes de imagen corporativa se adaptan a ti.
Tus necesidades y tus objetivos son únicos para nosotros, y por eso mismo, no creemos en fotografías genéricas producidas en masa, sino en la versión más personal de este tipo de fotografía.
No necesitas “una foto de D.N.I”, ni “una foto de perfil seria”, necesitas un retrato corporativo.
¿Te consideras una persona innovadora? Si lo eres seguramente te cuerte anclarte al pasado. Con esto debería ser igual.
Una foto de D.N.I o una fotografía en la que aparezcas con los brazos cruzados mientras miras desafiante a cámara no te ayudarán a vender más. ¿Por qué? Porque lo importante no es la fotografía, sino la persona que aparece en ella y la personalidad que transmite.
Si sueles intimidar a la gente con tu mirada y eso te funciona, bien, cruza los brazos y mira fijamente a la cámara. Si en cambio, eres una persona alegre y risueña… ¿Por qué tendrías que aparecer con una actitud y una posición que no se ajustan a ti?
Nos hacen creer que la seriedad transmite profesionalidad, que hará que nuestros clientes, y la gente en general, se fíe más de nosotros, pero eso no es así.
Nos guiamos por emociones mucho más de lo que creemos. Siempre preferiremos hacer negocios con las personas que nos caigan bien. Y esto no significa que tengas que sonreír en tus fotografías corporativas para caer mejor. Significa que si vas a hacer este reportaje para que tus clientes te conozcan mejor a ti, tienes que ser tal y como eres durante la sesión. Así será más fácil que tus clientes conecten contigo sin que lleguéis a conoceros en persona.