Ceremonia de boda. Lo más importante

Una boda, y por consiguiente, un reportaje de boda, consta de distintos momentos y etapas. Ya hemos visto por qué hacer un reportaje de preboda antes del gran día, y la importancia de los preparativos antes de dar el sí quiero, al igual que más adelante podremos ver que una boda a fin de cuentas es una celebración y una fiesta. Sin embargo, nada de esto tendría sentido sin lo más importante. La piedra angular de cualquier boda. La ceremonia.

Da igual qué tipo de ceremonia de boda sea, ya sea religiosa o civil, en una pequeña capilla o en una inmensa catedral, en un pequeño salón o en el ayuntamiento.  al aire libre en un pequeño jardín, con montañas de fondo o dentro de un romántico castillo. Lo verdaderamente importante de una boda no es el dónde, sino el cómo y el con quién.

 

 

Lo más importante

No me cansaré nunca de decirlo. Da igual tanto donde os caséis como el tipo de ceremonia de boda que celebréis. Lo que verdaderamente importa es que quienes os acompañen sean justa y exactamente los que vosotros habéis querido que estén a vuestro lado a la hora de dar el «sí quiero», y sobretodo, lo más importante, la persona a la que tú se lo vas a dar.

Una boda es una celebración. Pero no es una fiesta sin más, como otra cualquiera. Es un acto en el que se celebra el acto de amor de dos personas. El compromiso y la decisión. Este acto no solo lo celebráis vosotros, lo hacen las personas que os quieren y que viven a vuestro lado dicho momento. Por eso mismo creo que, lo más importante en cualquier boda, son precisamente, las personas.

 

Los recuerdos no entienden de presupuestos

 

¿Cómo son las fotografías de la ceremonia de boda?

Si en todo momento he intentado pasar desapercibido, buscando desde el principio no llamar la atención y que no caigáis en la cuenta de que estoy a vuestro lado, durante la ceremonia de boda haré incluso un esfuerzo extra.

Es vuestro momento. Es el momento en el que os sentís el uno al otro, en el que escucháis todo lo que os tienen que decir las personas que más os importan, en el que os dais la mano fuertemente y os miráis fijamente. No es el momento de distraerse mientras el fotógrafo llama la atención de cualquier forma, queriendo o sin querer.

En la ceremonia de boda intento que no me veáis ni me oigáis. Me faltan muchos años de entrenamiento para ser un verdadero ninja, y obviamente, si prestáis atención, me vais a ver y me vais a oír, pero como estoy totalmente convencido de que en ese momento estaréis más pendiente de otra cosa, dudo que seáis conscientes de que estaré a vuestro lado.

Las fotografías serán totalmente naturales. Estaré atento a todo lo que suceda a lo largo de la ceremonia y captaré no solo los momentos más importantes, sino los que no son tan obvios también. Es más fácil demostrarlo que explicarlo, y por eso mismo tenéis decenas de ejemplos bajo estas líneas.

 

Complicidad absoluta en la ceremonia en villar de los álamos

 

¿Cómo puedes pasar desapercibido en una boda?

Magia desde luego no puedo hacer. Aún así, con los años he ido aprendiendo a pasar desapercibido. Utilizo una serie de trucos muy sencillos que, aún llegando a parecer una chorrada, a mí me parecen muy efectivos.

 

 

Calzado deportivo

Hace años que no utilizo zapatos en las bodas. No solo por comodidad, que obviamente, teniendo en cuenta que estaré con vosotros desde primera hora hasta última, se agradece. Sino porque:

      • Mejor adherencia: Muchas veces tengo que hacer prácticamente malabares para moverme durante la ceremonia sin molestar a nadie, y otras muchas tengo que «correr en silencio». ¿Sabes lo difícil que es correr sin hacer ruido?
      • Es más silencioso: He trabajado sobre todo tipo de suelos y superficies durante una ceremonia. No hay nada que me duela más que sentir cómo suena cada paso que doy mientras todo está en silencio.

     

    No uso flash

    Más allá de que por estilo intento prescindir de usar flash, en una ceremonia para mí, personalmente es el último recurso a utilizar. Si tengo que utilizar flash es porque no hay luz. Al no haber luz vais a notar muchísimo más cada destello. Teniendo en cuenta que hago entre 1500 y 2000 fotografías durante la ceremonia, si puedo ahorraros las lucecitas… Mejor… ¿no? Como digo, esto solo es una opinión personal con respecto a mi particular forma de trabajar. Otros fotógrafos trabajan la mayor parte del tiempo con flash porque ello forma parte de su estilo fotográfico personal. En la ceremonia suelo utilizar el flash únicamente al finalizar la misma, para las fotografías con los familiares y amigos, dependiendo mucho de la iluminación ambiente.

     

    Obturación electrónica:

    Este «truco», si es que se puede llamar así, es un poco más técnico. Voy a intentar resumirlo Resumidamente; las cámaras fotográficas tienen un mecanismo que permite pasar la luz al captor (sensor digital o película analógica). Este mecanismo se llama obturador. Este obturador puede ser mecánico o electrónico.

     

        • Mecánico: El mecanismo cuenta con dos «cortinillas» que se mueven para permitir e impedir la entrada de luz.
        • Electrónico: No hay mecanismo físico que impida la entrada de luz. El sensor recibe constantemente luz y, al hacer la fotografía, registra toda la información del sensor. Línea a línea horizontalmente en el caso de los sensores con obturación electrónica no global o de golpe, en el caso de los sensores con obturación electrónica global.

       

       

      La inmensa mayoría de cámaras fotográficas profesionales, hasta hace muy poco tiempo, contaban únicamente con obturadores mecánicos. Los obturadores mecánicos hacen ruido. El típico ruido que todos entendemos que es el que hace una cámara al hacer una fotografía. Los electrónicos no suenan absolutamente nada. Por lo general utilizo el obturador mecánico para todo, pero, cuando el silencio es una prioridad, recurro al obturador electrónico, ya que mis cámaras tienen ambos.

       

      ¿Por qué no utilizarlo todo el tiempo?

      El obturador electrónico, a día de hoy, da problemas de refresco. Esto se debe a que al captar la información línea a línea producen banding al utilizar altas velocidades en lugares donde la luz principal es artificial. Este problema no lo tienen los obturadores electrónicos globales, pero aún no están implantados en las cámaras profesionales que se utilizan para hacer fotografía de boda. Básicamente, cuando no hay luz natural, si disparo a alta velocidad, en la fotografía aparecerán varias bandas oscuras que pueden llegar a estropearla.

       

      ¿Por qué utilizar el obturador electrónico?

      Aunque a día de hoy no sea un mecanismo perfecto, el simple hecho de que no produzca absolutamente nada de ruido a mí, personalmente, me merece la pena. Obviamente solo tiene sentido utilizarlo cuando el silencio es primordial, como lo suele ser durante una ceremonia en un lugar cerrado, independientemente de que se trate de iglesia o un salón. En este caso primero evalúo si con con el tipo de iluminación artificial que haya puedo trabajar a velocidades asumibles y, si veo que puedo trabajar a velocidades superiores a 1/100 de segundo, apuesto por el obturador electrónico.

       

      Obviamente en esta situación no podré congelar acciones trepidantes… pero es muy raro que durante la ceremonia haya una acción frenética, por lo que prefiero poder hacer todas las fotografías que quiera sin que ni siquiera podáis oir «click».